Más de 160 jóvenes, representantes de los cuatro colegios que pertenecen a nuestra congregación, se dieron cita en este encuentro que se llevó a cabo en la localidad de Padre Hurtado entre el 25 y el 26 de abril, para profundizar en la espiritualidad de los Sagrados Corazones, a la luz de la figura del padre Esteban Gumucio SSCC.
«La Confraternidad Pastoral fue un espacio de encuentro, pero también de reflexión, donde pusimos en el centro la mirada del Padre Esteban Gumucio y trabajamos en base a cómo él habría visto a la juventud hoy en día y cuál es nuestro rol como jóvenes dentro de nuestra sociedad, tomando en consideración todas las problemáticas, tensiones y críticas en torno a la Iglesia, pero también el papel que cumplimos dentro de esta misma sociedad», expresó Emilia Cañas, estudiante de IV Medio del colegio SSCC Manquehue, una de los 160 participantes de la Confraternidad Pastoral 2024, que además convocó a representantes del colegio SSCC Concepción, SSCC Padres Franceses de Viña del Mar y colegio San Damián de Molokai de Valparaíso.
El propósito de este encuentro fue conocer más a fondo la espiritualidad de los Sagrados Corazones, a partir de la vida y la palabra del padre Esteban Gumucio, identificando los elementos esenciales que lo llevan a vivir como un testigo de los Sagrados Corazones, y haciendo de esos rasgos una fuerza inspiradora en las distintas etapas de nuestras vidas.
Cada uno de los momentos fue marcado por la figura de Esteban: «El pan tiene buen sabor cuando se comparte»; «Los cuentos del Tata» con el signo de la arpillera; «Pedaleando por la Esperanza», con el signo de la bicicleta; «Grafiteando la ruta de Esteban», donde se analizaron cartas que él escribió a los jóvenes, entre otros signos similares.
El lema fue «Bienaventurados los jóvenes», también inspirado en los escritos del Tata Esteban, como lo destacó el Superior Provincial, Sandro Mancilla sscc, en la misa de clausura de esta confraternidad, realizada al mediodía del viernes 26 de abril: «El Tata Esteban es un testigo precisamente de lo que hace en la vida de un hombre la presencia de Dios. Yo lo conocí desde niño, crecí con él, fue mi compañero espiritual y doy gracias por eso, porque ha sido un puntal muy fuerte de mi fe y de mi vocación (…) Él fue un hombre que corrió con paciencia la carrera que tenía por delante. Fijos los ojos en Jesús. Para mí eso describe muy bien lo que fue su vida, porque fue un hombre que tenía la mirada siempre puesta en Jesús, en todo lo que hacía, uno notaba esa mirada de la presencia del Señor», indicó Sandro en su homilía en la eucaristía final de este encuentro.
Entre los participantes también estuvo Javiera Muñoz, estudiante de tercer año medio del colegio SSCC Padres Franceses de Viña del Mar, quien valoró la fraternidad que se dio con los jóvenes de los otros establecimientos educacionales SSCC: «Fue una instancia súper linda para conocer a compañeros de los otros colegios y reencontrarme con otros que ya conocía, y formar vínculos. Me gustó mucho el coro, me encantó cantar con ellos. Recomendaría totalmente a mis compañeros participar de esta experiencia», nos contó Javiera, quien participaba por primera vez en una confraternidad.
El trabajo colaborativo y cooperativo fue el espíritu de este encuentro, donde cada uno de los colegios asistentes estuvo a cargo de cada uno de los profundos momentos que marcaron esta confraternidad.
Así nos cuenta Benjamín Melo, estudiante del colegio SSCC Concepción, quien estaba muy agradecido por su participación en este encuentro: «Fue una experiencia única, me sentí como en otro lugar, como si me hubiera dado una pausa del tiempo. Agradezco a profesores y amigos que me acompañaron y espero que se repitan este tipo de eventos».
En la misma línea, su compañero del colegio San Damián de Valparaíso, Matías Arévalo, también valoró la experiencia: «Fue una instancia bastante entretenida en la que pude compartir con muchas personas de otros colegios en un ambiente fraterno y acogedor, aprendí métodos de oración para conocernos y compartir con distintos compañeros de diferentes colegios», dijo el estudiante de cuarto medio al finalizar esta Confraternidad Pastoral 2024.
Esta experiencia finalizó con una eucaristía, donde se dio gracias por lo vivido durante estos tres días y donde se instó a los jóvenes participantes a convertirse en testigos de su fe, llevando consigo la experiencia vivida en la Confraternidad Pastoral para transformar sus comunidades escolares y ser parte de ese grupo de testigos que invita a otros a seguir a Jesús con esperanza en un futuro lleno de sentido y encuentro con Dios.
Fuente: Comunicaciones Congregación SSCC