Entrevista a Luis Reyes: Rector Colegio San Damián de Molokai Valparaíso

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Asumir el cargo de rector en medio de una pandemia donde los aprendizajes y las formas de comunicación se ven obligados a cambiar totalmente por plataformas online, es un desafío que se le presentó a Luis Reyes. Quien desde el 2021 se convirtió en el nuevo rector de nuestro colegio San Damián de Molokai de Valparaíso.

Luis Reyes Zamora

¿Cómo y en qué año llegó al colegio?

Mira, te cuento, yo llegué al colegio en el año 1987, yo estaba recién salido de la universidad y llevaba poco tiempo trabajando. 

En el otro colegio donde estaba se produjo un tema de rebaja horaria y me puse a buscar otras alternativas laborales y, justamente, salió lo del San Damián. Bueno, yo ubicaba este colegio porque estudié acá y conocía a algunos profes que me habían hecho clases a mi. Y quedé como profesor de ciencias naturales que es mi especialidad.

¿Qué funciones y roles cumplió previo a ser rector acá en el colegio?

Yo partí como profesor de ciencias naturales. Luego, asumí como profesor jefe, siempre con cursos mayores y en el año 2000, más o menos, se generan 6 horas en la unidad técnica pedagógica. Finalmente se consolida ese puesto y por ahí en el 2007 yo ya era el jefe técnico que el colegio tenía. En ese momento ya hacía pocas horas de clases.

¿Y cuáles eran las funciones de ese cargo?

Las funciones que tenía yo eran básicamente coordinar todos los elementos académicos que tenía el colegio, vale decir: horarios, planes, programas, evaluaciones, financiación del semestre, etc. Todo lo que tenía que ver con la parte académica era mi responsabilidad.

¿Cómo fue y cómo se sintió cuando le ofrecieron el cargo de rector?

A ver, cuando me ofrecieron el cargo de rector fue en agosto del 2020. La verdad es que me sentí tremendamente feliz. No por el cargo en sí, porque yo creo que la proyección de la mayoría de los profes es llegar a ser director o rector. 

Me sentí muy contento por varias razones: primero, porque es el colegio donde yo estudié y eso me pone feliz; lo segundo, es que yo creo que hay muchos desafíos que hay que cumplir; y tercero, considero que es importante en estos tiempos, plantear siempre una nueva mirada.

Yo creo que los rectores debemos cumplir ciclos no tan extensos, porque es bueno ir renovando siempre. 

«Yo creo que los rectores debemos cumplir ciclos no tan extensos, porque es bueno ir renovando siempre.» 

Estoy feliz y me siento desafiado. Para mi, por lo menos, lo más importante es saber que estoy haciendo algo por otro y ese desafío es lo que más me motiva. Porque el puesto de rector te permite hacer muchas cosas. No está exento de errores, ni de insatisfacciones, pero si te permite hacer muchas cosas.

¿Cómo fue el momento en que se lo dijeron?

Fue muy simpático como yo me enteré. Yo sabía que me estaban postulando al cargo.

Todo esto partió en diciembre del 2019, cuando Don César Santibañez me llama y me dice que le envié mi currículum actualizado de inmediato. Yo pensé: “trabajando 30 años en el colegio no me van a pedir el currículum para saber quien soy”, yo ya intuía cierta cosa. Así que lo mandé.

Ricardo, que es sacerdote de nuestra congregación, me había llamado en la mañana, antes de que me llamaran y me preguntó “¿te han llamado?”.. entonces cuando me dice eso yo le digo “no, no me han llamado”, pero inmediatamente supe para qué tenían que llamarme, entonces me entró un nerviosismo que te lo encargo, tremendo. 

Yo sabía que habían otras personas postulando, pero finalmente me llamaron a mí para informarme, oficialmente, que yo era el nuevo rector. 

¿Qué ha sido lo más difícil del cargo?

Yo creo que lo más complejo de mi cargo es coordinar distintos elementos que están presentes en un colegio. Entonces cuando tú asumes un nuevo cargo, hay que conciliar distintas estructuras más la suma de una nueva en tiempos de pandemia, donde la situación es muy incierta, porque desde afuera tampoco hay estabilidad. La normativa cambió, la sociedad cambió, la situación de nuestros apoderados ha cambiado, por lo tanto el colegio ya se mira de otra manera.

Todos nosotros de una u otra forma, estamos estresados y eso ha sido transversal por la pandemia. Yo admiro mucho el trabajo que ha hecho todo el personal, los profesores, los asistentes de la educación… han hecho un trabajo gigante y ese trabajo, produce desgaste.

Ese ha sido el mayor desafío, actuar estratégicamente e inteligentemente en un mundo que está tremendamente convulsionado por el tema político, la sociedad, las cifras de los contagios, etc.

Sin embargo, yo creo que como sociedad y comunidad escolar vamos a salir totalmente fortalecidos de esto. 

Ha sido complejo, pero con un tremendo aprendizaje.

¿Qué ha sido lo mejor del cargo?

El sentirme desafiado y poder responder a esos desafíos de la mejor forma. El trabajo de rectoría no está exento de errores, ni está exento de mejoras. Yo creo que lo más bueno ha sido el aprendizaje, el movernos en situación de crisis. 

Soy un convencido de que la crisis no es mala. La crisis es un momento de aprendizaje, de agudizar la inteligencia, de buscar soluciones. Para problemas difíciles tienen que haber soluciones creativas.

Lo mejor que me ha pasado en este momento de gestión, es darme cuenta de que el recurso más valioso que tenemos en el colegio son las personas que en él trabajan.

¿Cuáles son sus proyecciones como rector en el colegio?

Aspiraciones personales

Las proyecciones como rector es que nuestros estudiantes puedan levantar la cabeza y ver que hay un mundo mucho más grande que el que ellos conocen. Ese es mi objetivo, esa es mi proyección, hacer todo lo que esté a mi alcance para que los niños de este colegio puedan ver que el mundo que les tocó vivir de niño o de joven, no tiene porqué ser el mundo que tienen que vivir como adultos. 

Que ellos pueden llegar más lejos, que pueden ampliar su horizonte, pueden romper esas limitaciones que muchas veces nosotros mismos nos ponemos. Y eso es un trabajo gigante, porque implica convencer, no tan solo a los muchachos, sino también a su familia. Porque algo muy común que se da en algunas familias -y se entiende- es buscar carreras cortas, que permitan generar recursos rápidos o irse directamente al mundo laboral. Muchas veces eso se hace por desinformación, por pensar que la universidad es cara. Sí, es cierto, es cara, pero yo creo que más que nunca hay beneficios a los cuales puedes optar. 

«Que ellos pueden llegar más lejos, que pueden ampliar su horizonte, pueden romper esas limitaciones que muchas veces nosotros mismos nos ponemos.»

Esa es mi proyección, el hacer todo lo que esté a mi alcance para potenciar a los niños que estudian en el colegio. 

Proyectos estructurales

Y en relación al aspecto de imagen y estructural del colegio como tal, mi proyección es mejorar la estructura, modernizarlo como por ejemplo, teniendo acceso informático en todas las salas. Intentar homologar los beneficios estructurales del edificio nuevo al edificio antiguo. Me explico: luminaria adecuada, ventanas de termo panel, para que la situación térmica y acústica mejore en un ciento por ciento, poner carpeta asfáltica en los patios. Que el colegio sea atractivo en términos visuales, que los chicos digan “pucha que me gusta mi colegio”.

Y mis desafíos con los que colaboramos acá es establecer espacios de autocuidado, porque es una realidad que pasas más tiempo acá que en tu casa. Por tanto, hay que establecer espacios de autocuidado, de orden físico, de orden psicológico, de orden emocional.

Lo segundo, tiene que ver con el perfeccionamiento, hay que establecer canales de perfeccionamiento a todo nivel, porque yo creo que en un colegio todos somos agentes educativos, todos educamos. Todos somos importantes en el colegio.

Cuando hablamos de comunidad debes velar por promover una verdadera comunidad, no una de nombre. Ese es el desafío.

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