Historia
Nuestro Colegio existe nada menos que desde Julio de 1837, cuando los hermanos ss.cc. abrieron la escuela gratuita que debía acompañar la apertura del colegio privado SS.CC. de Valparaíso, inaugurado sólo dos meses antes. Muy pronto se trasladó desde el barrio puerto (cercano a la Iglesia de la Matriz) al barrio Almendral, donde la Congregación comenzó a establecerse ya hacia el año 1840. Allí ha permanecido hasta el día de hoy, cercano a la presencia Sagrados Corazones en Valparaíso.
Asumido en el año 1905 por la Fundación Patronato de lo Sagrados Corazones, creada por la Congregación para enseñar oficios y reconocido en el año 1954 como entidad colaboradora de la función educativa del Estado, el colegio fue traspasado a la Corporación de Educación Popular (CEPMolokai), creada por el Padre Gregorio Sánchez Ugarte ss.cc. en el año 1975. Bajo esa dependencia, continuó su desarrollo dando origen hacia fines de la década del año 1980 a la enseñanza media con el Liceo Obispo Antonio Castro, el cual funcionó en el Cerro Cárcel hasta el mes de diciembre de 2012. La fusión del LOAC y el colegio básico San Damián, han dado origen a este nuevo Colegio: “San Damián de Molokai”, que comienza su funcionamiento en la calle Colón N° 2048 en el mes de Marzo del 2013, luego que la Congregación hiciera una importante inversión en el mejoramiento de la infraestructura, que se ejecutó durante las vacaciones previas.
Con esta iniciativa, la Provincia ha querido hacer visible un anhelo que venía fraguándose en los últimos años: tener una presencia educativa más consistente para los sectores más vulnerables de la sociedad. Su deseo no es otro que el de aportar a una educación de mayor calidad en este sector social, sino que también fortalecer su presencia evangelizadora en Valparaíso.
Como en toda fusión de dos comunidades escolares, el proceso no ha sido fácil. Se está aprendiendo a ser un Colegio nuevo, donde se deben optimizar los recursos y el desarrollo de la mayoría de los alumnos que está marcado por situaciones de pobreza y de vulnerabilidad familiar; entre ellos unos 25 alumnos de diferentes cursos que viven en los hogares del Patronato de los Sagrados Corazones. Pero hay deseos, esperanzas y signos positivos de que se está transitando por buen camino, siendo este un ambiente global de cordialidad, de apoyo a los estudiantes que implementa paulatinamente programas de formación y mejoramiento de la calidad de los aprendizajes.