Continuamos celebrando el Mes de la Solidaridad en nuestra comunidad educativa, el jueves 17 de agosto, le tocó el turno a los estudiantes de I a IV Medio quienes asistieron a la Misa en la que recordamos a San Alberto Hurtado que fue presidida el padre Ricardo Sotomayor Asesor Religioso de nuestro colegio en la Iglesia de los Sagrados Corazones de Valparaíso.
Al inicio de la Eucaristía el hermano Elías Lara recordó que el Congreso Nacional desde 1994, declaró el día 18 de agosto como el Día Nacional de la Solidaridad. Mismo día de agosto que en 1952 falleció el jesuita Alberto Hurtado. También señaló que Alberto fue declarado santo el 23 de octubre de 2005. Su vocación, su testimonio y entrega son ejemplo para cada cristiano que dedica su vida al servicio de los más necesitados.
Además, recordó que Alberto Hurtado nació en Viña del Mar. En la Parroquia de Viña fue bautizado. Decidió entrar a estudiar Derecho e ingresó a la Compañía de Jesús para ser Jesuita. Tras la conversación con un indigente, su vida tuvo un cambio de 180º grados pues motivado por un espíritu de servicio comenzó a ayudar a tantos niños afectados por la crisis mundial y chilena de 1929. Con el tiempo fundó “El Hogar de Cristo”, obra que alberga a personas en situación de calle. Les ofrece un techo, un pan calentito, un té conversable, una frazada para el frío y una compañía ante la soledad de la noche. San Alberto Hurtado es un seguidor de Jesús, sin la invitación de su Maestro, cada dificultad sería imposible de enfrentar.
El padre Ricardo Sotomayor al reflexionar sobre el Evangelio les señaló que en esta celebración tenemos presente a la figura de San Alberto Hurtado. En esta lectura, se nos muestra la actitud que tenemos que tener hacia los más frágiles, a los que tienen menos oportunidades. “Mirar la figura de Alberto Hurtado es también mirar la figura de San Damián quien fue capaz de renunciar a un modo de vida para estar con los más desprotegidos”.
El padre Ricardo se dirigió especialmente a los estudiantes de IV medio quienes están en un proceso de búsqueda. “Preguntémonos ¿qué criterio estoy teniendo para elegir mi camino? El camino más fácil y más sencillo es seguir los criterios del mundo, donde busquemos aquello que me dará más. Damián y Alberto Hurtado fueron capaces de renunciar a algo legítimo por el bien del otro. Cuando nosotros elijamos un camino, pensemos ¿qué hubiese hecho Damián?, ¿qué hubiese hecho Alberto Hurtado? y ¿qué hubiese hecho Jesús?
Finalizó su homilía, invitando a los estudiantes a pensar en aquellas personas que les han tendido la mano, que los ayudaron, los escucharon, los animaron, que están al lado de ellos. “Esa persona muy concreta, que fue capaz de renunciar a otras cosas por estar al lado mío, que ese testimonio cercano los ayude a ustedes a decir yo también quiero servir, quiero poner mi vida al servicio de otro”.




















