Colegio San Damián de Molokai

Superior Provincial de la Congregación de los SS.CC visitó nuestra comunidad educativa

Entre el miércoles 12 y viernes 14 de noviembre se realizó la Visita Pastoral del Padre Provincial de nuestra Congregación de los Sagrados Corazones, Padre Sandro Mancilla ss.cc. Durante esos días, el Padre Sandro Mancilla ss.cc. recorrió nuestro colegio, conversó con estudiantes y trabajadores. Además, se reunió con el Centro de Estudiantes y el Centro de Padres y Apoderados. Junto a ello, nos acompañó en la Misa de envío de IV Medio.

 

Además, se reunió con la Directiva Sindical, el Equipo Pastoral, el Equipo Directivo Ampliado, el Equipo Directivo y con el Equipo PIE. Visitó las Pastorales de nuestro Colegio, acompañó a cursos en sus oraciones de la mañana, participó en la formación en la que se premió a los Proyectos de la Feria de las Ciencias y del desayuno del último día de clases de los y las estudiantes de IV Medio.

 

“El motivo de mi visita se inserta en el contexto de mi servicio como Superior Provincial. Nosotros tenemos estatutos que orientan lo que tengo que hacer en este servicio y una de las cosas que me piden es que durante mi periodo visite las obras pastorales y nuestras presencias apostólicas que tenemos como congregación que están a nuestro cargo. El sentido es conocer en terreno de nuestras presencias, lo que está sucediendo, conocer, siempre con esa mirada de cuánto nuestras obras las estamos acompañando de manera adecuada y cuánto nuestras obras nos permiten llevar adelante nuestra misión como congregación”.

 

Consultado por sus impresiones sobre esta visita, el padre Sandro Mancilla nos señaló que se sintió muy acogido. “Pude entrar sin grandes preámbulos ni presentaciones, eso habla de una comunidad que sabe acoger, entrar en relación y eso me hace pensar en una comunidad que está sana sin grandes quiebres estructurales, sin grandes problemas más de fondo y eso. Percibo que se está haciendo un trabajo que es bien complejo, soy consciente de lo complejo que está hoy en día la educación en el país y más todavía con el nivel de vulnerabilidad de los y las estudiantes. Dentro de ese marco tengo una buena impresión sobre lo que se está haciendo y con los recursos que hay”. Sobre la presencia de la Congregación en nuestro colegio, comentó que se ha ido consolidando con el tiempo desde los tiempos del padre Sergio Pérez de Arce, la presencia del padre Ricardo y ahora el padre Rodrigo le da un plus, ya que al ser profesor, tiene experiencia en aula, en otras comunidades escolares y eso le da una característica nueva a su presencia que puede ayudar.

 

Sobre los desafíos que tenemos como colegio, señaló que percibe como un desafío el equilibrar las exigencias que un contexto complejo tiene con el cuidado de los trabajadores. “Para nosotros la presencia en la educación no es sola, lo principal es que los estudiantes puedan tener una buena experiencia integral de formación, que incluya lo espiritual, la vida de fe, el encuentro con Jesús, la evangelización pero también que la comunidad entera viva esa experiencia. El cuidado por los trabajadores, profesores y profesoras, el personal de apoyo que sea también un espacio donde puedan vivir esa experiencia de comunidad y para eso hay que cuidarlos y cuidarse mutuamente”.

 

Finalmente, dejó un mensaje a toda la comunidad del Colegio San Damián. “He sido toda mi vida formador en la Congregación y creo que todo lo que uno se plantea requiere procesos de formación, darle tiempo a ella y disponerse para formarse. Eso tanto para los estudiantes como para todos los trabajadores. Estamos apuntando a algo y no es intuición, hay elementos objetivos, instrumentos, temas que hay que aprender y tener formación permanente”.

 

También nos habló de lo vocacional. “No se trata solo de formar a la persona individualmente con lo que quiere hacer con sus sueños sino que cómo aprendemos a ponernos al servicio de una sociedad que nos necesita, cómo aportamos, cuál es el aporte que nuestros estudiantes pueden dar a partir de la experiencia que tienen acá para aportar. Lo vocacional para aportar en la sociedad y en la Iglesia y lo último, el tema espiritual. Si no alimentamos la espiritualidad, nos fragilizamos, perdemos una dimensión importantísima de la vida humana y eso hay que cuidarlo también, hay que formarse, darle espacio, la vida interior, la presencia de Dios, la fuerza interior, la fe son elementos que nos ayudan a vivir más plenamente como seres humanos”.