Nuestros estudiantes de 8° Básico dieron un paso más en su camino educacional al vivir la Liturgia de Acción de Gracias presidida por el Padre Ricardo Sotomayor la mañana del martes 12 de diciembre. En ella, agradecimos a Dios, por todos los dones recibidos durante este año escolar, se oró junto a ellos, para que Jesús, que es Camino, Verdad y Vida, los acompañe, guíe e inspire en esta nueva etapa de sus vidas.
En la homilía, el padre Ricardo Sotomayor, señaló que “hoy celebramos el cambio de etapa en sus vidas, lo que significa que hay un nuevo desafío, hay una invitación a desarrollar todos los dones que Dios les ha dado y son sus papás y familiares quienes acompañarán este proceso. Es un momento en que empiezan a soñar con lo que cada uno de ustedes quiere para su vida”.
“Queremos invitar a los papás y familia a que dialoguen con sus hijos e hijas, ahora ellos van teniendo sus ideas y propuestas. No es fácil escuchar porque eso también significa ponerse en el lugar del otro. Aprender de ellos, de esta nueva generación que el mundo les entrega. Ayudarlos a crecer en valores que como colegio les queremos transmitir. Que el Señor les regale la sabiduría para estar al lado de ellos”.
En el momento de oración, se pidió por los papás y mamás, para que su tarea de acompañarlos en su caminar por la enseñanza media, les permita aconsejarlos para que en momentos difíciles tomen las mejores decisiones. También para que el Espíritu Santo les dé la sabiduría y el entendimiento necesarios para crecer y desarrollarse.
A continuación, se entregó una medalla y el diploma de octavo año básico, que es la evidencia de que se ha finalizado un ciclo en el proceso de enseñanza. Ambos fueron entregados por el Rector Luis Reyes y la Profesora Jefe Javiera Pino.
También se efectuó una oración de acción de gracias por los beneficios que a lo largo de este año han recibido. Se agradeció por la vocación docente; por los aprendizajes y experiencias adquiridas por los y las estudiantes; por los amigos y lazos que han creado; por sus familias; por nuestra espiritualidad que nos ilumina nuestro caminar; por nuestro Colegio San Damián de Molokai; por la Patria Común, Nuestra Tierra y por la oportunidad de continuar nuestros aprendizajes.
La Liturgia se finalizó con la bendición de los papás, mamás y familiares a sus hijos e hijas.
